lunes, 14 de enero de 2008

Hoy: Yoghurt!!!! Yogur!!!! Shogur!!!!!!

Un poco de historia: Bueno, parece que los mongoles (esto no sé en dónde lo escuché, así que no aseguro que sea 100% real, pero algo de cierto seguro tiene) fueron los primeros en hacer y consumir yoghurt.
Efectivamente, los tipos transportaban leche de cabra en unas bolsas de piel (como las "botas" que usan en España para tomar vino) y en su marcha por el desierto, entre el calor y un bichito que había dentro de estas bolsas, la leche se fermentaba. Como no tenían otra cosa, la comían igual. Se dieron cuenta entonces, que iban de cuerpo todos los días... se sentían ligeros, su piel estaba más joven, ellos estaban felices... el 89% de los que probaron la experiencia "Activia" lo recomendaban. Y ni hablar de cómo su sistema inmunológico había mejorado.
En fin, hoy nos dan algo parecido, en unos vasitos plásticos, de lindos colores, y con publicidades que nos garantizan felicidad y movimiento de vientre a las señoras que los consuman, y dientes sanos y musculos fuertes a nuestros niños... pero no nos dicen lo que sí podremos saber si leemos su composición: les agregan fermentos lácticos (además de los propios del yogur, ¿cuáles?), cuajo de leche (¿por qué?), colorantes, aromatizantes, saborizantes... en fin, un montón de cosas de dudoso origen, que no sólo modifican el yoghurt si no que encima, lo encarecen.
¿Qué aporta el yogur?
Proteínas, calcio, minerales, hidratos de carbono, grasas insaturadas, vitaminas A y B, ácido fólico, reduce el colesterol, ayuda a absorver las grasas, regulariza el intestino, entre otras cosas.

Artículo interesante: http://www.cocinayhogar.com/parati/alimentos/lacteos/?pagina=parati_alimentos_lacteos_002_002

Estudio científico:
http://www.lukor.com/hogarysalud/05032307.htm

¿Qué hacemos entonces? Pues, hagamos el yoghurt en casa, y van a ver lo bueno que viene.

Ingredientes:
1 lt. de leche entera (de la mejor que encuentren, esto es, con la menor cantidad de aditivos posibles)
1 yoghurt entero natural (si no conseguimos, que es probable, se puede utilizar alguno saborizado).

Utensilios
1 olla
1 recipiente de cerámica o enlozado con tapa.
1 frazada.

Opcional
2 cdas. de leche en polvo
1 colador grande
1 servilleta fina
1 kg (o 1/2) de algo.

Procedimiento
advertencia: a mí me resulta más piola hacerlo antes de ir a dormir
Se pone a hervir la leche en la cacerola. Cuando comienza a hervir, se espera entre 30 segundos y un minuto y se apaga el fuego.
Se traspasa la leche al recipiente de cerámica
Se espera a que se enfríe un poco, teniendo en cuenta que la temperatura sea inferior a 62º pero no inferior a 58º. Una forma de aproximarse es introduciendo la yema del dedo meñique (o otro que ustedes quieran) y contar... dependiendo del dedo, hasta 10 o 15. Si podemos aguantar el dedo, ya está listo; si podemos aguantar más de 15, mejor hagamos un buen chocolate caliente porque el yoghurt no quedará, y si no llegamos ni a diez, esperamos un poco porque nos va a quedar muy ácido.
Bueno, suponiendo que la leche alcanzó la temperatura (unos 15 minutos, aproximadamente), agregamos unas cuatro cucharadas de este yoghurt que compramos. Si queremos un yoghurt un poco más espeso, se pueden agregar dos cucharadas de leche en polvo. Revolvemos bien hasta que se disuelva, tapamos el recipiente, lo envolvemos en la frazada y lo ponemos en un lugar cálido toda la noche (p. ej., arriba de la heladera o cerca de una estúfa u calefactor al mínimo si estamos en invierno, o en cualquier lugar alto si es verano).
Al otro día, nos levantamos temprano (dejamos pasar unas 7 horas) y lo pasamos a la heladera.
Pasadas unas 5 o 6 horas de heladera, está listo para consumir.
Acá viene otra parte muy interesante, que es opcional: se dispone una servilleta de tela fina sobre un colador, se pasa el yoghurt ahí, se cierra la servilleta y se deposita un peso encima: generalmente uso una lata de choclo o arvejas sobre un plato.
Se lo deja reposar un cuarenta minutos o 15, o una hora o dos, dependiendo del grado de cremosidad que querramos conseguir.
Mientras más tiempo lo dejamos, más se reduce, pero más firme queda (ideal para acompañar comidas, o batir a cuchara con dulce de leche).
Y bueno, una vez colado, pueden separar en el pote de yoghurt que compraron, unas cuatro cucharadas y guardar a parte, para volver a hacer dentro de unos días. Con varias veces que vayamos haciendo, el yoghurt quedará más rico y más sano, y se irá desprendiendo de a poco de los agregados químicos que se filtraron en el orignal. Igualmente pueden probar de combinar distintos yogures con el suyo, por ejemplo, uno de una marca, que tiene los l cassei defensis, después otro de otra marca, y así, tendrán un montón de bichos locos en su yoghurt que dejarán su intestinos locos de alegría, y mejorarán su sistema inmunológico.

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